El Rol de los Ánodos en la Protección contra la Corrosión de Barcos y Buques

Para hacer una elección correcta de ánodos de sacrificio para tu barco o nave, es necesario tener en cuenta el tipo de agua en la que estará, su recubrimiento superficial y los componentes específicos que necesitan protección, como el casco, la hélice, el timón y los planos de trimado. El ambiente acuático es crítico a la hora de elegir el material adecuado para los ánodos para garantizar una protección efectiva contra la corrosión. Si tienes dudas sobre qué tipo de ánodo se adapta mejor a tus necesidades, o si necesitas asesoramiento personalizado para tu situación única, estás bienvenido a contactarnos para orientación.

Ánodos para Agua Dulce, Agua Salobre y Agua Salada

Agua Dulce

Debido a su fuerte capacidad para no pasivarse y su alta tensión de conducción, los ánodos de magnesio son perfectos para entornos donde hay una alta resistividad en el electrolito. Los niveles de corrosión en agua dulce suelen ser menos severos que en alta salinidad, pero esto no significa que no se necesite protección catódica. Para ambientes de agua dulce, recomendaríamos ánodos de magnesio.

Agua Salobre

En el agua salobre se suele utilizar zinc o magnesio. Preferiblemente magnesio si no estás seguro de la salinidad. El agua salobre a menudo es más difícil de evaluar para determinar los ánodos adecuados debido a su fluctuación en resistividad, pH y bacterias (por nombrar algunos), por lo que se deberían realizar mediciones más detalladas antes de decidir qué ánodos usar.

Agua Salada

Tanto el zinc como el aluminio funcionan bien en agua salada. Sin embargo, el aluminio es mucho más efectivo en términos de un nivel de salinidad más alto. Se requiere aproximadamente 1/3 del peso para proteger la misma área. Por lo tanto, si te encuentras en ambientes de alta salinidad y baja contaminación (la contaminación puede causar que los ánodos de aluminio se pasiven), nuestra recomendación sería usar ánodos de aluminio.

Navegar entre las Aguas del Mundo

El agua dulce, el agua salobre y el agua salada constituyen los diferentes tipos de ambientes acuáticos en la Tierra, cada uno con su propia salinidad y ecosistemas específicos.

El agua salobre se encuentra donde el agua dulce y el agua salada se encuentran y mezclan, como en los estuarios, creando ecosistemas únicos con especies adaptadas a diversas salinidades. Un ejemplo es el Mar Báltico, conocido por su agua salobre. En el agua salobre, se suelen ver pequeñas embarcaciones de recreo, barcos de servicio, barcos de pesca y pequeños buques pasajeros.

El agua salada se encuentra en océanos y mares, con una salinidad de aproximadamente 3,5%. Constituye la mayor parte del agua de la Tierra. Ejemplo: el Océano Pacífico. Aquí encontramos una gran variedad de barcos, desde enormes buques contenedores y cruceros hasta buques de guerra militares y barcos de pesca en alta mar.

El agua dulce se encuentra en ríos, lagos y aguas subterráneas. Se caracteriza por una baja salinidad, por debajo del 1%. Aquí, generalmente encontramos barcos fluviales, embarcaciones de recreo, pequeños transbordadores de pasajeros y, a veces, pequeños buques comerciales. Sin embargo, en los Grandes Lagos norteamericanos, navegan embarcaciones más grandes como buques de carga y petroleros.

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